miércoles, 28 de noviembre de 2007

Para partir el debate sobre Rawls y Habermas:

Chicos. Como think thank, debemos estar al tanto de las actuales discusiones, del debate contemporáneo. A parti de un libro de deabte sobre el liberalismo político que estoy leyendo, se me ocurrió lanzar este debate al CEA. En nuestro grupo hay progres, pelaos momios, libertinos sexuales, obsesivos, borders, bandidos, maniáticos, leyendas, gurúes, conservadores, turcos, judíos, cada uno con sus diferentes concepciones del bien. Por ello es difícil el acuerdo. Sin embargo, y como sabemos, podemos servirnos juntos, tener aperitivos juntos, y hasta dormir juntos, de acuerdo a las últimas tendencias homosexuales del CEA. Por ello, propongo abrir el debate sobre nuestra propia razón pública del CEA, teniendo en cuenta los desacuerdos que existen al interior del grupo. Llegó la hora de definirnos ideológicamente. Por eso, aquí va un extracto del libro "Debate sobre el liberalismo político", de Rawls y Habermas, y cuya introducción está a cargo de Fernando Vallespín. Saludos, miles.

" Como hacer ese tipo de reconciliación hegeliana entre subjetividad y generalidad; o, si se quiere, entre individuo y comunidad. ¿cómo conseguir respetar la autonomía y los intereses individuales dentro de un concepto de comunidad capaz de trascenderlos e integrarlos a la vez? ¿Es posible alcanzar este objetivo en una sociedad crecientemente diferenciada en la que predomina una pluralidad de concepciones morales, concepciones del bien, o modos de vida?
¿Puede conseguirse a partir de la convergencia de dichos intereses sobre un conjunto de principios de la justicia sustantivos, o debemos contentarnos con un mero modus vivendi apoyado en una actividad política favorecedora de una permanente búsqueda de la negociación y el compromiso? De considerarse viable la primera opción, ¿desde qué instancia hemos de extraer esos principios: desde la ´eticidad´ o sittlichkeit inmanente a un determinado a un contexto histórico-social, o desde la construcción de un ´punto de vista moral´ que superponemos después contrafácticamente a la realidad concreta? Tanto Rawls como Habermas ofrecen respuestas a todas estas cuestiones. Dentro del amplio espectro de los posicionamientos posibles que se dan en la filosofía moral y política y contemporánea combaten en el mismo frente. De ahí que este debate se presente como una ´disputa de familia´, que hasta el momento se ha saldado - a mi juicio- sin ´vencedor´ ni ´perdedor´".

Se despide, Beto.

3 comentarios:

Jn dijo...

En los distingudísimos dos últimos post de Colún, doña Berta, nuestra corporación es aludida de dos formas diversas; como "thin tank" en uno, como "think tank" en otro. Independiente de cual de ellas sea errata, propongo asumirnos como la corporación madura y pretenciosa que somos. Estamos grandes, tomamos cola zero, vamos, somos un thin tank.

Anónimo dijo...

Que fantástico que Juan se haya dignado a abrir la boca -yo ya hacía que le habían comido la lengua los ratones (o Penélope, qué más da). Opinaré de tan interesantes tópicos en cuanto me desmadre con mi tiempo.

En el intertanto agradezco a Alberto -alias Doña Morsa, por la resurrección de nuestra sede virtual y lo brindo, como corresponde, con una cerveza virtual, una cara, desde el punto de vista monetario.

Anónimo dijo...

y como es la cosa: tinc tanc o think thank?