jueves, 29 de noviembre de 2007

Stendhal y el amor


Nuestra corporación ha decidido lanzar un ciclo de conversaciones respecto de las teorías del amor. Comenzamos hoy con Stendhal y sus grandes ideas plasmadas en ese gran tratado "Del Amor", que incluye el estudio de Ortega y Gasset sobre el libro (publicado en Alianza Editorial. Cuando vayan a Argentina lo compran). Este libro, además de exponer las etapas del amor o del proceso de enamoramiento, sostiene una clasificación de los distintos tipos de amor. Hoy, sin embargo, partiremos ya por una de las aplicaciones de la teoría (para un post-erior, dejaremos el planteamiento tanto de las etapas como de los distintos tipos). En el capítulo 13, llamado "Del primer paso, del gran mundo, de las adversidades", se señala:


"Lo más sorprendente en la pasión del amor es el primer paso, la extravagancia que se opera en la cabeza del hombre.

El gran mundo, con sus brillantes fiestas, sirve al amor en el sentido de que favorece este primer paso.

Comienza por pasar de la simple admiración (paso número 1, que relataremos en otra oportunidad) a la admiración tierna (número 2): !Qué placer besarla!, etc.

Un vals rápido, en un salón iluminado por mil bujías, exalta los corazones jóvenes con una ebriedad que eclipsa la tímidez, aumenta la conciencia de las fuerzas y les da, en fin, la audacia de amar. Pues ver un seductor no basta; al contrario, la seducción extremada desanima a las almas sensibles: necesitan ver que la criatura seductora, si no los ama, al menos, se despoja de su majestad.

A quién se le ocurrirá enamorarse de una reina, a menos que ella se insinúe?

Nada, pues, más favorable al nacimiento del amor que la alteración de una aburrida soledad y algunos bailes raros y mucho tiempo deseados. Esta es la conducta de las buenas madres de familia que tienen hijas casaderas.

El verdadero gran mundo, tal como el que se encontraba en la Corte de Francia y que creo ya no existe desde 1780, era poco favorable al amor, porque hacía casi imposible la soledad y el ocio, indispensables para el trabajo de las cristalizaciones".


Señores y señoritas del CEA: Se que muchos se sintieron intepretados. Sin embargo, Stendhal no sólo pretendía decribir la realidad de aquellos jovenzuelos de la antigua Francia. Mucho mas, Stendhal pretendió escribir un código de conductas, establecer reglas sencillas para lograr amar, algo que muchos miembros del CEA no han logrado conseguir. Se que los bandidos, los gurúes, las leyendas, los pelaos momios hot, los psicópatas, y el resto de la fauna, siguen, de hecho, muchas de estas técnicas, fin de semana tras fin de semana. Pero debemos seguir siendo majaderos en reiterar este tipo de normas para lograr fines de semanas cada vez más satisfactorios. En todo caso, creo que muchos del CEA más bien se corresponden con la definición de amor físico que da Stendhal en la página 96:

"Yendo de caza, hallar una mujer hermosa y fresca campesina que huye por el bosque. Todo el mundo conoce el amor fundado en esta clase de placeres; por muy árido y poco afortunado que se sea de carácter, se comienza por ahí a los dieciséis años".

Chicos y chicas (pero chicos, principalmente): No hay que hacerse los vivos. Hay miles de gurúes mas duros que nosotros. Stendhal ya lo dijo y lo vivió en carne propia. Con una guata abultada y con barbas de más de tres días, fue capaz de conquistar a las mejores mujeres de la europa antigua. Hay que ser humildes ante los gurúes.


Proximamente, mas citas del libro. Ojala comience una profunda reflexión al interior del CEA.


Saludos. Se despide, Beto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

por favor, kiero leer masssssss